El Consejo Regional: Los Otros Cómplices del Saqueo de Loreto

Mientras el Gobernador Regional reparte contratos amañados como si fueran pan caliente, sobrevalora obras, mientras las constructoras y proveedores inflan presupuestos y se reparten el botín, hay un grupo que observa todo sin mover un dedo. No, no hablamos de simples espectadores, hablamos de cómplices directos. Hablamos de los consejeros regionales. Esos que deberían ser el contrapeso del poder, los guardianes del presupuesto, los fiscalizadores de la gestión de René Chávez. Pero, ¿qué hacen? Nada. Mejor dicho, sí hacen: callan, miran hacia otro lado y, por supuesto, disfrutan de los beneficios del silencio.

Consejeros Regionales: Corruptos con Licencia Oficial

Si Loreto está sumido en el atraso, si el dinero público se escurre en obras inservibles, si los jóvenes huyen de la región en busca de oportunidades, no es solo culpa del Gobernador. Es culpa de estos consejeros que, con la ley en la mano, tienen todo el poder para fiscalizar, interpelar, censurar y hasta destituir al gobernador si fuera necesario. Pero, ¿qué hacen? Se pasean, tienen asistente, posan en fotos, asisten a sesiones inútiles y cobran sus dietas como si realmente estuvieran trabajando.

Cuando los loretanos protestan y preguntan “¿por qué el Gobernador hace lo que le da la gana con el presupuesto?”, la respuesta es clara: porque los consejeros lo permiten. Porque ellos mismos están metidos en el juego. Porque se han convertido en los aliados de este desgobierno. Y si no están recibiendo su tajada directamente, al menos gozan de las migajas del festín.

Consejeros y Fiscales: Mismos Inútiles, Distinta Oficina

La inoperancia de los consejeros regionales se parece a la de otro grupo de inútiles con sueldo del Estado: los fiscales. Esos que deberían estar metiendo presos a los corruptos y evitando el saqueo de Loreto, pero que, en cambio, se dedican a archivar denuncias, a demorar investigaciones, a dejar que los peces gordos, dinero de por medio, sigan nadando en dinero mal habido.

Consejeros y fiscales parecen dos caras de la misma moneda: ninguno hace su trabajo, ninguno le pone un alto al robo descarado del dinero de todos, y al final, ambos terminan sirviendo al mismo amo. Porque en Loreto no gobierna el pueblo, gobiernan los que roban con impunidad. Y los consejeros regionales son los encargados de asegurar que nadie moleste a los ladrones.

La Comisión de Planeamiento

El Cemento de la Corrupción y el Olvido de la Juventud

Si hoy Loreto solo ve obras de cemento y ladrillo, mientras la educación, la salud, el empleo y la infraestructura productiva siguen en ruinas, es porque los consejeros han decidido ser parte de esta gran estafa. En lugar de exigir políticas que ataquen los problemas estructurales de la región, han preferido aplaudir las licitaciones infladas y las obras inútiles. Mientras tanto, los hijos de esta tierra crecen sin oportunidades, sin futuro, condenados a buscar suerte en otro lugar porque su propia región ha sido secuestrada por una mafia que roba a plena luz del día.

Pero claro, los consejeros están demasiado ocupados en sus asuntos personales. La política para ellos no es servicio, es negocio. Mientras los jóvenes loretanos buscan empleo desesperadamente, ellos renuevan su vestuario con la última moda, se hacen retoques estéticos: bajan la barriga con liposucción, se aumentan el pecho y las cuatro letras, etcétera, tienen asistentes personles, suben y bajan de peso con dietas pagadas con dinero público y exhiben sus zapatillas de marca mientras viajan en primera clase a “representar” a sus provincias.

Loretano, despierta: los verdaderos culpables están en el Consejo

No basta con señalar al Gobernador y sus Avengers. Si el saqueo de Loreto sigue impune, es porque hay un grupo de traidores que permite que esto ocurra. Esos traidores son los consejeros regionales. Esos que fueron elegidos para defender los intereses del pueblo y que, en cambio, han preferido venderse al mejor postor.

Así que la próxima vez que veas a uno de estos consejeros en tu barrio, pregúntale: ¿por qué no fiscalizas? ¿Por qué no denuncias? ¿Cuánto te está pagando el Gobernador para que te quedes callado?

Que no te engañen con discursos vacíos y falsas promesas. Son tan culpables como el que firma los contratos fraudulentos. Porque el verdadero saqueo de Loreto no ocurre en la clandestinidad: ocurre en el Consejo Regional, con la complicidad de quienes juraron defender a su pueblo y terminaron sirviendo a los corruptos. Gobernador y Consejeros son harina del mismo costal.

Y cuando terminen su periodo y vengan a pedirte el voto otra vez, recuérdales una cosa: no son servidores públicos, son delincuentes con saco y corbata.

Alberto Vela

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