EL PERÚ EN MANOS DE LOS INDESEABLES

Les cuento, este Testigo Mudo, ahora si puede decir que el Perú es un chiste. Y que también el mundo es un chiste. No sé si será un chiste cruel o si será, como decimos en estos lares, un chiste gringo, es decir, se cuenta hoy para reírnos mañana.

En Perú, en la última elección democrática para elegir presidente y parlamentarios, tal como manda su constitución, gano la presidencia de la república un profesor, llamado Pedro Castillo Terrones, de una escuelita de primaria de un pueblito ubicado en el fin del mundo, como la mayoría de escuelitas rurales. La única acción que realizo este profesor, antes que sea Presidente por lo cual fue conocido en el país, fue que, como cabeza de su gremio, puso en jaque al gringo presidente del Perú de ese entonces, Pedro Pablo Kuczynski, mediante una huelga nacional de profesores que duro más de 60 días.

Pero, como ya dijimos que el Perú es un chiste cruel, a propósito de la elección del profesor como Presidente de la República, los peruanos, la mayoría de peruanos, recién cayeron en la cuenta de que este país tenía dueño, y que la democracia y los instrumentos que la sostienen, como la constitución, era solo un cuento que se solía contar por lo menos cuando había elecciones.

Pedrito, como lo vamos a llamar cariñosamente en este post, desde que paso a segunda, vuelta en las elecciones mencionadas ¡fue toda una sorpresa! los dueños del Perú, le declararon la guerra, le tildaron que era el legítimo representante de una izquierda ideológica que no existe, y por el solo hecho de haber tenido el atrevimiento de decir que en su gobierno “no habrá más pobres en un país rico” le llamaron comunista - el cuco que el capitalismo sembró, donde pudo, en las mentes de tanta gente a través de sus medios de comunicación afines – y que si llegaba al gobierno les iba a quitar sus hijos y sus bienes hasta a los que no tenían hijos y bienes, e instaurar el miedo, tan necesario, como en otras ocasiones.

De nada sirvió a los “dueños del Perú”, poner a funcionar sus baterías lanza misiles para someter al miedo a la población a través de los medios de comunicación de la que son dueños, ósea todos; un pull de más de 100 abogados de los mejores bufets de Lima; felizmente en esos momentos el poder judicial no sabía cómo definirse y el congreso no estaba instalado y el que se iba, estaba metido en sus propios asuntos; y el dinero de los gremios empresariales millonarios que se repartía a más no poder para evitar el triunfo del profesor con su lápiz. Todo esto no hizo mella en la voluntad y el deseo de una gran mayoría de pobres que vivían olvidados en las provincias del Perú y que también quieren ser ricos como los ricos que dominaron siempre el poder desde Lima; terminaron eligiendo a Pedrito.

¡Pobre Pedrito! Presidente Constitucional del Perú, elegido democráticamente por voto popular. Ahora era no solo el profesor, también era el indio cholo ignorante provinciano, comunista, representante de terrucos, un don nadie metido como un rocoto picante en el orto o si se quiere como una piedra en los zapatos de los dueños del Perú. Habría que tumbarlo, a como dé lugar, ahora si cueste lo que cueste.

A la maquinaria de los medios de comunicación se sumaron los que faltaban, el poder judicial, ministerio público, defensoría del pueblo, el congreso con una amplia mayoría de partidos corruptos ávidos de poder para favorecer por prebendas a los dueños del Perú, y lo más lamentable, pero que a nadie le extraña, la suma de las fuerzas armadas y policiales contra el pobre y solo Pedrito.

El Pobre y solo Pedrito, día tras día, ante los ojos y oídos del pueblo convertido en testigo mudo, era acribillado en los medios de comunicación de Lima con acusaciones de toda laya, de todo pelaje, sin fundamento y sin pruebas, pero que, eran valiosas pruebas para congresistas, fiscales y jueces, pro dueños del Perú, para aderezar y cocinar la caída del Presidente del Perú.

Pedrito, ya no pudo más, solo pudo aguantar alrededor de 17 meses, en su desesperación intento cerrar el Congreso, utilizando la figura del golpe a la “democracia” de los dueños del Perú. Fallo en el intento, que no paso de ser solo un discurso por televisión, según algunos, porque los militares que supuestamente le iban a apoyar desistieron o simplemente le tendieron una trampa.

Desde ahí el Perú no es el mismo. Pedrito está en la cárcel por pura prepotencia judicial a la orden de los dueños del Perú. Se instauro un gobierno que el pueblo repudia y no lo quiere, al servicio de los dueños del Perú, que está pendiente de un hilo o de la decisión de una pobre mujer víctima de su propia traición que dice ser la presidente, que tiene en su haber más de 60 personas asesinadas durante las protestas contra su “gobierno”, por militares y policías que son quienes la sostienen por órdenes de quien es el único beneficiado en este circo y quien les garantiza la impunidad, los Estados Hundidos de Norteamérica…

Desde ahí, los que perdieron en elecciones democráticas, los que no han sido elegidos, ahora dicen representar al Perú, van a dar vergüenza en los foros internacionales, exhiben un cinismo fuera de común en su ejercicio gubernamental, están desfalcando las reservas internacionales netas del país, están repartiendo dinero a diestra y siniestra a sus allegados, hay recesión económica, alza del costo de vida, el limón de 2 soles el kilo subió a 18 soles, la gasolina subió 15%; y la conformada mayoría congresal, quienes dieron el verdadero golpe, conjuntamente con sus socios en el poder judicial, ministerios público, ávidos de poder político han tomado casi todos los poderes e instituciones del Estado y solo saben exhibir actitudes propias de mafiosos y hampones  avezados, dignos de los “partidos políticos” a quienes representan, están haciendo lo que les da la gana, no para buscar el desarrollo del país y solucionar sus angustiantes problemas, no, no están para eso, están para ofertar sus riquezas al mejor postor y llenar solo ellos sus bolsillos que es lo que siempre les ha interesado.

Así las cosas, ahí va Perú. El pueblo convertido en Testigo Mudo, quiere hablar y no puede. Solo lo hace en las subterráneas neuronas de las redes sociales. El pueblo quiere recuperar el poder que le arrebataron y no puede. No hay un solo partido político de su confianza que canalice sus intereses. Pedrito sigue siendo Presidente, pero está secuestrado en la cárcel. Dina, la “presidente”, va a las Naciones Unidas, le apagan el micrófono, porque ya no quieren escuchar su perorata, y de despedida le llaman señora…ella se ríe con su cara de palo.

Y tal como dice César Hildebrandt del fujimorismo, que es la careta de los dueños del Perú, el partido que sin ganar las elecciones ahora está gobernando:

Alguna vez dije que el fujimorismo es una enfermada crónica y recurrente. 

Me arrepiento de haber dicho eso.

Fui indulgente y blandengue.

En realidad, el fujimorismo es el alma podrida de ese Perú sin vocación de posteridad.

El Perú ahora está en manos de indeseables…




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