Lote 192: El negocio perfecto para quebrar Petroperú y liberar a Altamesa Energy

Cuando el Estado se convierte en cómplice del saqueo y Loreto paga la cuenta. El operativo de demolición contra Petroperú en marcha.

Oscar Electo Vera y Carlos Francisco Pantigoso

Los buitres ya olfatean la sangre en Loreto

Hay conspiraciones que se disimulan con elegancia, y hay otras que se ejecutan con tanta torpeza que parecen hechas para que cualquiera con dos dedos de frente las vea. Lo que estamos presenciando con Petroperú y el Lote 192 es lo segundo: un operativo de demolición a dos manos, quirúrgicamente coordinado entre Perupetro y Petroperú, que tiene un solo destino: matar lo poco que queda del aparato energético nacional y poner la mesa servida para que los buitres internacionales y sus compinches locales se den un festín de carroña.

La cuenta que no es de Petroperú

El show comienza con Altamesa Energy, esa empresa fantasma que entró al Perú con bombos, platillos y promesas de inversión, pero que al primer ruido de problemas levantó vuelo y salió del país como ladrón en fuga. Resultado: un saldo de 35 millones de dólares que alguien tiene que pagar. Y aquí es donde Perupetro, en un acto de magia financiera digno del Circo de los Hermanos Fuentes, decide que el que debe asumir la deuda es… Petroperú.

¿Con qué lógica? Ninguna. ¿Con qué intención? Con la más clara del mundo: acercar a Petroperú al matadero, debilitarlo aún más en medio de su crisis financiera, y dejarlo listo para la venta al mejor postor, mientras el Estado se lava las manos diciendo que “no había otra salida”.

El rol de Perupetro: verdugo disfrazado

Perupetro, esa empresa que debería velar por el interés nacional, juega aquí el papel de verdugo de la energía estatal. Su “coordinación técnica” se parece más a un trabajo sucio en beneficio de privados, de esos que siempre terminan con Loreto pagando los platos rotos. No es la primera vez: ya lo hicieron antes con contratos blindados, con concesiones oscuras, con licitaciones diseñadas para que ganen siempre los mismos.

Y ahora, en plena crisis, se dan el lujo de clavarle una factura millonaria a Petroperú, mientras los privados esperan a la vuelta de la esquina, relamiéndose como hienas, para quedarse con lo que quede de la refinería y de los lotes petroleros.

Petroperú: ¿empresa o víctima propiciatoria?

Petroperú ya está de rodillas:

·   Arrastra pérdidas millonarias por la refinería de Talara.

·   No tiene caja suficiente para sostener operaciones de largo aliento.

·   Ha sido saqueada durante años por gobiernos de turno, gerencias cómplices y contratos leoninos.

Y ahora, cuando más necesita un salvavidas, el Estado le tira al cuello un ancla de 35 millones de dólares que no le corresponden. Es el equivalente a empujar a un enfermo al río y luego gritar: “¡No supo nadar!”.

Haciendo lo unico que saben hacer para nada: mesas técnicas

¿Y las autoridades de Loreto?

Aquí es donde el guion se vuelve tragicómico. Mientras se fragua este operativo de demolición, ¿qué hacen nuestras autoridades regionales y congresales?

·   El gobernador de Loreto, René Chávez, gritando a los cuatro vientos REACTIVCIÓN PETROLERA PARA LORETO, con su asesor un ex ministro de economía muy cuestionado, se muestra siempre presto a tomarse fotos, pero calla como si nada estuviera pasando con Petroperú y el Lote 192 ¿Defender la soberanía energética? Ni por asomo.

·   Los congresistas loretanos, esos que deberían rasgarse las vestiduras por el destino del Lote 192 y la defensa de la Amazonía, han preferido seguir con sus campañas personales o negocios de ocasión. Algunos incluso se alinean con el libreto entreguista, porque ya sabemos que en el Perú, congresista que se opone a un negociado termina fuera del reparto.

·   Ni un solo pronunciamiento firme, ni una alerta ciudadana, ni un frente regional organizado. Silencio absoluto, como si la demolición de Petroperú no significara también la demolición de la capacidad de Loreto de tener voz propia en el manejo de su petróleo.

Lo más indignante: muchos de estos mismos políticos fueron los que en su momento prometieron que el 192 se quedaba en manos del Estado, que Petroperú sería fortalecido y que Loreto no sería nuevamente saqueado. Hoy los vemos enmudecidos, entregando en bandeja el futuro energético a los buitres de siempre.

El festín de los buitres

No hay que hacerse los ingenuos: detrás de esta jugada hay empresas privadas que ya huelen la carroña. Multinacionales de siempre, con socios locales que saben moverse entre despachos ministeriales y oficinas de Perupetro. La lógica es simple:

1. Se asfixia a Petroperú con deudas y responsabilidades que no son suyas.

2. Se demuestra que “la empresa estatal es inviable”.

3. Se entrega lo que queda del 192 (y los demás lotes que vienen) a privados “para salvar la producción”.

4. Se sella otro capítulo de saqueo con el aplauso cómplice de las élites políticas de Lima y el silencio vergonzoso de las autoridades de Loreto.

Un llamado a despertar

Lo que hoy pasa con Petroperú y el Lote 192 no es un asunto técnico ni contable. Es un golpe político contra la soberanía nacional y contra Loreto en particular. Quieren hacernos creer que la quiebra de Petroperú es inevitable, cuando en realidad la están fabricando paso a paso.

Si el país y la región no reaccionan, mañana será tarde: el 192 pasará a manos privadas, Petroperú quedará reducido a cenizas, y Loreto —otra vez— verá cómo se llevan su riqueza mientras la dejan con la pobreza y el abandono.

Porque este no es un error administrativo ni un “mal cálculo”: es un operativo de demolición corrupto y entreguista, ejecutado con precisión quirúrgica por dos manos del mismo cuerpo enfermo que hoy administra el Estado peruano.

En buen cristiano:

Nos quieren hacer pagar una deuda de 35 millones que no nos corresponde, usarla para quebrar a Petroperú y luego regalar nuestros lotes a privados. Y mientras tanto, nuestras autoridades regionales, las que deberían gritar más fuerte, callan o aplauden. Esto no es casualidad. Es una conspiración contra Loreto y contra el Perú.

Alberto Vela

Fuente de la Información: Fernando de la Torre Publicación en Facebook

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