"LA ENERGÍA DEL PUEBLO ES MÁS PODEROSA QUE LA DE CUALQUIER GENERADOR CORRUPTO"

Anteanoche, mientras nos reuníamos un grupo de ciudadanos para organizar la lucha por nuestra soberanía energética, se fue la luz en toda la ciudad. Otra vez.

Se apagaron las computadoras, las velas tomaron el relevo, y el calor volvió a recordarnos —como una bofetada diaria— que en Iquitos se vive no solo con calor, sino con rabia.

Porque no es una simple falla técnica.

No es un apagón cualquiera.

Es el símbolo de un sistema podrido que nos condena a la oscuridad mientras otros lucran en silencio.

Y fue en esa oscuridad —no la de los cables, sino la de la injusticia— que nació una frase que hoy queremos convertir en grito de guerra:

La energía del pueblo es más poderosa que la de cualquier generador corrupto.”

Un sistema diseñado para fallar (y para enriquecerse)

Durante años, nos han hecho creer que vivir con cortes diarios de luz es “normal”.

Que tener máquinas viejas y ruidosas funcionando como si estuviéramos en 1970 es “aceptable”.

Que pagar millones de soles del Estado a una empresa como GENRENT, que ni siquiera cumple su contrato, es “legal”.

Pero no lo es. Ni es normal, ni es justo, ni es aceptable.

GENRENT firmó un contrato como reserva fría. Hoy es generador principal.

GENRENT debe generar 80 megavatios. Hoy apenas entrega 48.

GENRENT debía ser solución temporal. Se ha convertido en camisa de fuerza hasta el 2037+.

Y lo más grave: GENRENT sigue operando con el aval de FONAFE, el silencio del Ministerio de Energía y Minas, y la complicidad de autoridades como René Chávez y alcaldes distritales de Iquitos metropolitano, que no se atreven a decir basta.

¿Acaso no es corrupción eso?

¿Acaso no es una traición permitir que una empresa privada tenga a Iquitos en el caos mientras Electro Oriente —empresa estatal— la auxilia en silencio?

Una región sin energía es una región sin desarrollo

Hablar de energía no es solo hablar de electricidad. Es hablar de salud, de educación, de seguridad, de producción, de derechos humanos.

Cuando se va la luz:

* Se pierde una jornada de trabajo.

* Se apagan las incubadoras en hospitales.

* Se cancelan clases virtuales.

* Se pudren los alimentos.

* Se queman los equipos de los hogares más humildes.

Y mientras todo eso ocurre, una empresa privada sigue cobrando millones sin rendir cuentas.

Loreto no puede hablar de “desarrollo sostenible” si cada corte de luz nos empuja hacia más atraso y más rabia.

El pueblo está pagando el precio de un contrato corrupto con su bienestar, su salud mental y su futuro.

La verdadera energía: la que se organiza

Pero como dijimos anteanoche: el calor puede hacernos sudar, pero no nos va a hacer callar.

La energía que el pueblo tiene cuando se organiza, cuando dice basta, cuando actúa, no hay generador corrupto que la supere.

Porque esa energía no depende del diésel.

No la apaga un apagón.

No se negocia con adendas.

No se compra con contratos blindados.

La energía del pueblo se enciende con dignidad y se sostiene con la organización.

Y por eso hoy estamos diciendo con claridad:

* Si el gobernador no actúa, actuaremos nosotros.

* Si las autoridades no hacen su trabajo, las demandaremos.

* Si GENRENT sigue operando con impunidad, la denuncia popular y la acción legal la enfrentarán.

* Si se siguen burlando de Loreto, se encontrarán con un pueblo que ya no está dormido.

O actúan, o demandamos

Este no es un artículo de opinión más. Es parte de una campaña que acaba de comenzar.

Ya lo dijimos y lo repetimos:

Vamos a dar un plazo a las autoridades para presentar soluciones concretas. Si no lo hacen, presentaremos una demanda con nombres, pruebas y firmas. Y empezaremos una lucha ciudadana que no se detendrá hasta recuperar el control de nuestra energía.

Porque la energía del pueblo es eso:

Una corriente que no se ve, pero que cuando se activa, ilumina la historia.

Iquitos no está solo. Loreto no está vencido.

Y el pueblo ya no está en la oscuridad: está en pie.

Alberto Vela 


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