La selva no se protege con operativos. Se protege con justicia
O cómo el SERFOR (Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre) aplaude un show mientras el sistema de depredación de la Amazonía sigue intacto
En diferentes medios leímos éste titular:
CAEN “LOS DEPREDADORES DEL ORIENTE” FUNCIONARIOS DE CONFIANZA DEL GERFOR - GORE LORETO, INVOLUCRADOS EN RED DE TRÁFICO ILEGAL DE FAUNA SILVESTRE.
La información que compartimos es devastadora, dolorosa y esclarecedora al mismo tiempo. Es el tipo de noticia que deja sin aliento, no solo por el delito en sí —el tráfico ilegal de fauna— sino por el entramado estructural y social que lo hace posible, lo reproduce y lo encubre. Veamos por qué:
No es una red criminal cualquiera. Es una fábrica institucional de crimen ambiental.
El nombre del operativo ("Los Depredadores del Oriente") ya nos dice mucho. No son cazadores furtivos, ni traficantes de a pie. Son funcionarios públicos —biólogos, ingenieros forestales, especialistas técnicos— que, desde los escritorios de la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre (GERFOR), vendían autorizaciones, disfrazaban saqueos y ponían precio a la vida silvestre de Loreto.
> La corrupción aquí no es un accidente. Es el sistema operativo de la institución.
Emitir documentos técnicos falsos, autorizar lo ilegal, favorecer a operadores de fauna… todo esto implica una estructura sostenida en el tiempo que no pudo crecer sin la complicidad de altos mandos, ni sin la ceguera voluntaria del gobierno regional.
El drama generacional: jóvenes profesionales atrapados en una maquinaria corrupta
Este punto es profundamente trágico y humano, los profesionales que fungen de especialistas: son egresados de universidades locales, formados en teoría para defender el bosque, proteger la biodiversidad y aplicar ciencia al desarrollo sostenible.
¿Y qué encuentran al salir al mundo laboral?
* Un mercado sin oportunidades.
* Un Estado convertido en feudo político.
* Una única salida: aceptar el empleo que les ofrece el GOREL, que más que oportunidad, termina siendo una trampa moral.
Porque desde el primer día, el mensaje no es "haz bien tu trabajo", sino:
> “Aquí se hace lo que el jefe dice. Y si quieres conservar el puesto, aprendes a firmar sin preguntar.”
Así comienza la domesticación. Y luego viene el dinero fácil, las coimas, los encargos ilegales, la sensación de poder. Es el mismo patrón con que la corrupción recluta carne fresca en Loreto: jóvenes talentosos convertidos en engranajes de una maquinaria de saqueo, disfrazada de empleo público.
GERFOR, nuevamente: el epicentro de la putrefacción institucionalEste caso confirma, con dolorosa precisión, lo que ya veníamos denunciando: GERFOR no es una institución forestal. Es una fachada operativa del extractivismo corrupto.
Ya no se trata solo de permisos madereros, ahora hablamos de tráfico de fauna silvestre —el negocio negro con destino internacional, muchas veces vinculado a redes de crimen organizado, zoológicos ilegales, coleccionistas y tráfico genético.
Y todo esto avalado desde adentro por los propios “especialistas técnicos” del Gobierno Regional. Es decir: el crimen no viene de afuera. Se fragua en las oficinas del Estado.
Las conexiones políticas no faltan. Y eso también dice mucho.
Uno de los implicados es ahijada de Belvi Saldaña, candidata del movimiento Somos Perú, muy cuestionada ya por gestiones anteriores.
Esto no es casualidad. El caso evidencia la penetración del clientelismo político dentro de GERFOR, donde el amiguismo y el padrinazgo reemplazan a la meritocracia.
Si estas personas llegaron por favores políticos, y una vez dentro se convirtieron en operadores del delito ambiental, la corrupción no empieza con ellos, sino con quienes los pusieron ahí.
El crimen estructural no se combate con capturas espectaculares, sino con reformas radicales
Este operativo —aunque positivo— es apenas una curita en una gangrena. Si no se actúa estructuralmente, mañana otros ocuparán los mismos puestos, con las mismas reglas, en la misma lógica perversa.
Medidas necesarias (más allá de las detenciones):
* Reforma total de GERFOR: cambio de directivos, revisión de todos los contratos, creación de filtros reales de ingreso técnico y concurso público.
* Auditoría externa e independiente de todos los permisos emitidos en los últimos 10 años.*
* Protección y canal alternativo de denuncia para técnicos honestos.
* Vigilancia ciudadana y comunitaria sobre las decisiones institucionales.
* Sanción política a los padrinos que colocan funcionarios por favores.
* Reconstrucción de la carrera pública forestal con estándares éticos y técnicos reales.
Una Reflexión final:El gerente de GERFOR no figura en la lista:
¿De verdad quieren que creamos que más de una docena de funcionarios estaban involucrados en tráfico de fauna, falsificación de documentos y permisos irregulares sin que el gerente supiera nada?
Eso no se lo cree ni Tarzán. El gerente firma, aprueba o delega las funciones clave, y si no está en la lista de detenidos, hay solo dos explicaciones posibles:
Es parte del engranaje más alto y está siendo blindado.
O bien, está siendo protegido para que, en su momento, sirva como fusible de control político (o como testigo “estratégico” para evitar que el caso escale más arriba).
En cualquier escenario, no hay inocencia, hay impunidad planificada.
Lo que acaba de pasar es una muestra clara de que *Loreto no sufre simplemente de “malos funcionarios”, sino de un sistema podrido que absorbe y pervierte incluso a los mejores jóvenes que salen a buscar una oportunidad.
Mientras tanto, los verdaderos responsables —*los altos mandos, los políticos que apadrinan, los empresarios exportadores que pagan por fuera y las ONGs que hacen negocios con bosques capturados*— siguen intactos.
La pregunta es: ¿seguiremos permitiendo que se sigan comiendo a Loreto desde dentro?
Alberto Vela
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