Cifras estremecedoras: el país ya colapsó, pero tú no lo sientes porque no vives en el Perú real
Disculpas por decirte la verdad
Una nota antes de que sigas leyendo
A mis lectores y lectoras: quiero pedirles disculpas.
Sé que en estos días lo que vengo compartiendo puede parecer
abrumador, incluso desgarrador. No es mi intención bajarte la moral, ni robarte
la esperanza. Pero sería deshonesto callarme cuando la región el país se están
desmoronando frente a nuestros ojos… y seguimos como si nada.
No, esto no lo vas a ver en los noticieros de señal abierta.
Tampoco lo va a decir ningún candidato de los 43 partidos que ya están en
campaña. Y lo más triste: probablemente ni siquiera lo sabías, porque nunca
nadie te lo contó así.
Por eso escribo esto: para mostrarte cifras reales, palabras
sinceras, una radiografía sin anestesia del Perú que nos están dejando… o que ya
nos quitaron.
No es pesimismo. Es conciencia.
Y ya es hora de despertar.
Cifras estremecedoras: el país ya colapsó, pero tú no lo
sientes porque no vives en el Perú real
“Casi el 50% de los niños entre 0 y 6 años en el Perú son pobres. Y en
esa etapa se forma la inteligencia. ¿Saben lo que eso significa?”
— Jorge González Izquierdo
El Perú no va camino al colapso. El Perú ya colapsó.
Solo que no todos lo sienten, porque el desastre no ocurre en Miraflores, ni en
San Isidro, ni en el Congreso, ni en el bolsillo de las autoridades corruptas
de siempre. Ocurre allá, donde no llega el agua, ni el profesor, ni la
ambulancia. En ese Perú real que no sale en las campañas ni en los discursos,
donde medio país vive y muere sin que nadie lo escuche.
La mitad del país está sobreviviendo en la pobreza, la
infancia está siendo destruida antes de aprender a leer, y la juventud ya fue
descartada del sistema. Pero los políticos siguen en campaña como si gobernaran
Suecia.
Una infancia condenada desde el inicio
El economista Jorge González Izquierdo en una entrevista en radiouno.pe estremeció a quien
quiso escucharlo:
- El
43% de los niños entre 0 y 6 años en el Perú son pobres.
- Entre
6 y 11 años, el 39%.
- Entre 12 y 17 años, el 37%.
Y gritó con rabia contenida:
“¿Saben lo que eso significa, Fernando? Y esos niños van a
ser el Perú mañana. ¡Ese es el futuro del país!”
Significa que estamos destruyendo la inteligencia nacional
antes de que siquiera se forme. No se trata solo de hambre o frío. Se trata de
una política pública deliberadamente ausente que condena generaciones enteras al
fracaso antes de su primer cuaderno. Un país que sabotea a sus niños no merece
hablar de desarrollo.
Jóvenes sin educación, sin opciones, sin futuro
Los datos son más brutales aún: casi el 40% de los jóvenes
entre 15 y 29 años no estudian ni acceden a formación de ningún tipo.
“¿Saben lo que eso significa, Fernando?”, repite González
Izquierdo, con rabia contenida. “Ese es el Perú que estamos formando. Y ningún
político sale a decir esto. ¡Ni uno! ¡Ni uno solo viene a proponer cómo vamos a
solucionarlo!”
Y aquí es donde hay que detenerse y señalar con el dedo
firme, sin ironías:
43 partidos políticos ya están en campaña para el 2026.
Cuarenta y tres vientres de alquiler, aparatos clientelistas, microempresas
electorales.
Todos desesperados por firmas, por alianzas, por cupos.
Y ni uno solo ha presentado una propuesta seria, urgente, integral para salvar
a la infancia, rescatar a la juventud o transformar la educación. Ni uno.
¿En qué país creen que viven?
Lo dijo González Izquierdo y lo repetimos con rabia:
“¿En qué país están pensando, que viven?” Porque en el Perú oficial, todo está tranquilo:
- Hay
elecciones, sí.
- Hay
desfiles, sí.
- Hay
más policías para los bancos, sí.
- Hay
crecimiento del PBI, sí.
- Y
hay créditos fáciles para seguir endeudando al ciudadano.
Pero no hay país.
No hay rumbo.
No hay futuro.
Hay niños condenados. Hay jóvenes descartados. Hay
comunidades postergadas. Hay un país saqueado por los de siempre, sin una sola
obligación de desarrollo.
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Ningún político, ningún partido. Ni uno. Ni uno viene a proponer cómo vamos a solucionar esto. |
La exclusión no es un error. Es el sistema.
Lo más grave es que esto no es producto del caos. Es
producto del orden. De un modelo diseñado para excluir.
- Un
modelo donde los pobres no estudian para no cuestionar.
- Donde
las brechas crecen para alimentar los negocios privados.
- Donde
las comunidades no tienen voz, pero sí votos comprables.
- Donde
las regiones solo importan para inaugurar obras truchas.
Y mientras tanto, los que deberían cambiar todo esto se
enriquecen con cada licitación, cada exoneración, cada presupuesto ejecutado
entre familiares, testaferros y "consultores".
¿Y los políticos? Felices, mientras la miseria no les
quite votos
Los 43 partidos no dicen nada porque la miseria les
conviene:
- Les
da electores que compran ilusiones baratas.
- Les
da jóvenes frustrados a quienes manipular.
- Les
da excusas para el clientelismo, la limosna electoral, los bonos
populistas.
Y mientras más pobres haya, más fácil es la campaña.
Eso es lo más obsceno del Perú de hoy:
Que el hambre se ha convertido en un instrumento de poder.
Y la ignorancia, en una estrategia política.
O despertamos ahora, o terminamos de hundirnos
Este país necesita un grito colectivo. No más lamentos desde
la cátedra. No más indiferencia desde el balcón.
Si la educación no se convierte en prioridad nacional, no habrá patria que
salvar.
No habrá Congreso que reformar. No habrá región que gobernar.
Porque un país que deja morir a su infancia, fracasar a su
juventud y corromper su democracia, no es un país en crisis.
Es un país en ruinas.
Alberto Vela
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