Señor Gobernador, ¿se acuerda cuando decía “Sin energía no hay desarrollo”? ¡Qué risa nos da ahora!

Una crónica de cómo Loreto se quedó sin luz, sin desarrollo y con el mismo discurso

Febrero de 2023. Un joven gobernador, recién desempacado del entusiasmo electoral, se sube al estrado, alza el micrófono y con voz grave lanza la frase que haría temblar a los transformadores: “Sin energía no hay desarrollo”. El público aplaude. La prensa toma nota. Los seguidores suben el video. Por fin alguien hablaba claro. Por fin alguien prometía energía para Loreto… Lamentablemente, también por fin alguien más estaba mintiendo con estilo.

Abril de 2025. Dos años y dos meses después, Iquitos sigue igual. O peor. ¿sabe qué ha cambiado? Absolutamente nada, salvo su lista de excusas. Las industrias no llegaron, los hospitales siguen a oscuras cada cierto tiempo, y las universidades tienen más apagones que ideas. Pero el gobernador continúa muy cómodo en su cargo, repitiendo frases de campaña como si fueran mantras mágicos. Simulando preocupación en los foros y proponiendo mesas técnicas que son un saludo a la bandera. La energía sigue siendo cara, deficiente y, cómo no, subsidiada para beneficiar a Genrent, la empresa que prometió 80 MW pero solo alcanza 60… cuando se porta bien.

¿Y quién paga este desastre? ¡Tú, yo, todos! Con más de 80 millones de soles al año como promedio en subsidios, el cual le rinde a Genrent un promedio de 640 millones de soles hasta la fecha, para una empresa que funciona a medias. Y mientras tanto, la empresa estatal, Electro Oriente, que podría asumir el reto con algo de inversión, sigue siendo el "plan B" eterno, el hermano marginado que solo llaman cuando el favorito se descompone.

Señor gobernador, cuando usted hablaba de energía, ¿sabía que sin ella no hay salud, ni educación, ni empleo, ni agua potable? Que las universidades no pueden funcionar sin electricidad, que los hospitales no operan sin equipos, y que las pequeñas industrias se mueren sin suministro constante. Pero usted, en vez de encender el motor del desarrollo, ha dejado a Loreto en “modo linterna”.

Y mientras tanto, la prensa amiga sigue aplaudiendo su liderazgo visionario, publicando frases que no significan nada, pero suenan bonito. Porque sí, lo suyo no es gobernar: es actuar. Cada aparición pública es una función. Y el pueblo, ese que sigue sin luz, sin esperanza y con la tarifa más alta del país, ya no sabe si reír o llorar.

¿Se acuerda cuando prometía “interconexión eléctrica”? Resulta que los cables del “progreso” nunca llegaron ¿Y la transición energética? Ah sí, esa que solo existe en los powerpoints de los eventos internacionales, justo al costado de su vaso de agua con hielito y su sonrisa de “yo ya cumplí”.

UNA FOTO, UNA FARSA

La imagen no miente. El gobernador posa entre banderas coloridas, asesores y funcionarios con cara de “sí jefe”, mientras promete interconexión eléctrica, respeto ambiental y desbloqueo de inversiones. Todo eso suena maravilloso... en la imaginación. Porque en la práctica, lo único interconectado en Loreto es el silencio cómplice entre autoridades, empresarios y medios de comunicación.

La frase “sin energía no hay desarrollo” era una promesa. Hoy es un meme cruel.

¿Y sabe qué es lo peor? Que cuando Genrent colapse, como todo indica que pasará, no hay plan B. Ni A. Ni alfabeto.

Usted tenía la oportunidad histórica de encabezar una transición energética real. De empoderar a una empresa pública, de respaldar a los técnicos loretanos, de pensar más allá del contrato corrupto que nos encadena al atraso. Pero eligió la ruta más cómoda: discursos, promesas y silencio cómplice.

Así que la próxima vez que diga “sin energía no hay desarrollo”, por favor, al menos apague el micrófono antes de hacerlo. No vaya a ser que reviente de sarcasmo.

ENTONCES, ¿QUÉ HACEMOS?

Es hora de dejar el sarcasmo —por un segundo— y ponernos serios. Loreto tiene petróleo para unos 25 años más. ¿Vamos a esperar que se acabe para recién preocuparnos por alternativas energéticas? ¿Vamos a dejar que otra Genrent con distinto nombre, pero los mismos vicios, se quede con el nuevo contrato? ¿O vamos a empezar una transición energética real, planificada por nosotros, no por Lima?

Hay propuestas viables: hidroeléctricas medianas, biomasa, energía solar, geotermia. Hay técnicos que saben cómo hacerlo. Lo que falta es voluntad. Pero si no viene de arriba, debe brotar desde abajo: desde el pueblo, desde las universidades, desde los barrios hartos de pagar luz cara e inestable.

Y gobernador, si está leyendo esto: no basta con decirlo bonito, hay que hacerlo bien. Si no puede, tenga la decencia de no obstaculizar a quienes sí pueden.

Fotos: Pro& Contra 

Alberto Vela


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