La estafa energética de Loreto: Genrent se cae, pero ¿quién tomará su lugar?

Si Genrent fuera un paciente en la UCI, ya estaría con respirador artificial. Sus máquinas han superado su vida útil, no invierte en nuevos equipos y sobrevive pegada a la generación estatal que supuestamente había desplazado. A pesar de todo, sigue cobrando 80 millones de soles al año. Pero su final es inevitable. La pregunta es: cuando Genrent colapse, ¿qué vendrá después?

La trampa del reemplazo

Loreto está frente a una decisión histórica. No podemos esperar a que Lima defina el futuro energético de la región, porque eso significa más contratos corruptos, más empresas ineficientes y más saqueo disfrazado de "inversión privada". Genrent no durará mucho más, pero si no tomamos el control de la transición, otra empresa con las mismas prácticas podría ocupar su lugar.

Las opciones sobre la mesa

1.       Recuperar la generación estatal: La empresa estatal desplazada por Genrent sigue operando parcialmente y tiene la capacidad de asumir completamente la generación, pero necesita inversión en nuevos equipos y una reestructuración libre de corrupción. Si hay 120 millones anuales para subsidiar a Genrent, hay dinero para fortalecer una empresa pública eficiente.

2.       Asociaciones público-privadas bien reguladas: Si se opta por un modelo mixto, debe ser bajo condiciones claras: inversión real en infraestructura, fiscalización estricta y tarifas justas. Sin contratos amañados ni monopolios disfrazados de "competencia".

3.       Energías renovables como solución gradual: Loreto tiene el potencial para una transición energética real. Hidroeléctricas medianas, biomasa, geotermia y energía solar son opciones viables que pueden reducir la dependencia del petróleo y garantizar energía estable y sostenible. Hay expertos locales que ya han diseñado propuestas concretas; la cuestión es darles el espacio y el respaldo para ejecutarlas.

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La presión del pueblo

Genrent no se irá sola. Hay demasiados intereses atados a su contrato y demasiadas manos sucias beneficiándose de su existencia. La presión ciudadana es clave para forzar su salida y evitar que su reemplazo sea otra estafa disfrazada de solución.

  1. Denunciar su incapacidad técnica: Si sus equipos ya no dan para más, hay que exigir una auditoría independiente que exponga su obsolescencia y su incapacidad para seguir operando.
  2. Exponer la corrupción desde Lima: Si hay acuerdos oscuros entre Genrent y el gobierno central, deben ser expuestos y denunciados. Hay que evidenciar cómo el dinero de Loreto termina financiando ineficiencia y corrupción.
  3. Movilización ciudadana sostenida: No basta con protestas esporádicas. Se necesita una estrategia clara, con evidencia concreta y un plan de acción para presionar por un cambio real.

No más estafas: el futuro lo decidimos nosotros

El modelo Genrent ya fracasó. La energía de Loreto no puede seguir siendo un botín de corruptos. Si permitimos que Lima decida por nosotros, tendremos una nueva Genrent con otro nombre, pero con el mismo saqueo.

Es el momento de una decisión histórica. La energía es el motor del desarrollo, y si no tomamos las riendas ahora, seguiremos condenados a la mediocridad y la dependencia. ¿Vamos a seguir aguantando o vamos a decidir el futuro de Loreto? La respuesta depende de todos nosotros.

Alberto Vela

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