El Ministerio del Ambiente al borde del desacato: Se vence plazo para cumplir Sentencia que Desenmascara su Inacción ante el Cambio Climática

El cambio climático no espera. Las lluvias e inundaciones que amenazan con golpear diversas regiones del Perú, junto con la histórica sequía que secó los ríos de la Amazonía hace apenas unos meses, son prueba de ello. Sin embargo, mientras la naturaleza nos exige respuestas inmediatas, el Ministerio del Ambiente (MINAM) ha decidido postergar su compromiso con el país, incumpliendo su obligación legal de establecer lineamientos claros para gestionar los riesgos climáticos.

Afortunadamente, el 4° Juzgado Constitucional de Lima ha hecho historia al declarar fundada una demanda presentada por el Instituto de Defensa Legal del Ambiente y el Desarrollo Sostenible Perú (IDLADS Perú), que obligará al MINAM a cumplir con su deber. La sentencia ordena que, en un plazo máximo de 10 días hábiles, se emitan los lineamientos para la incorporación de la gestión de riesgo en un contexto de cambio climático.

¿Por qué es tan grave esta omisión?

Desde 2019, el Decreto Supremo N.º 013-2019-MINAM establece que el Ministerio debía publicar estos lineamientos en 180 días. Han pasado más de cuatro años y el MINAM ha dejado esta obligación en el olvido, poniendo en peligro la vida y el bienestar de millones de peruanos. No se trata de un simple trámite burocrático, sino de medidas que garantizan que los proyectos de inversión y desarrollo en el país no agraven la crisis climática, sino que se adapten a ella y protejan a la población.

El colmo de la negligencia es que el propio Ministerio ha reconocido en el proceso judicial que recién en 2024 estaba elaborando un cronograma para aprobar estos lineamientos en septiembre de 2025. Es decir, pretendían retrasarlo seis años más, cuando las consecuencias del cambio climático ya están golpeando con fuerza.

La Amazonía en peligro, el Estado en silencio

El reciente episodio de sequía extrema en Loreto dejó al descubierto la vulnerabilidad de la Amazonía ante el cambio climático. Los ríos se secaron, el transporte fluvial colapsó y miles de familias quedaron sin acceso a agua potable ni alimentos. Ahora, en la otra cara de la moneda, la amenaza de inundaciones pone en riesgo a comunidades enteras. Y mientras tanto, el MINAM sigue sin tomar medidas concretas para prevenir estos desastres.

¿Por qué el Ministerio del Ambiente ha sido tan negligente? ¿Quién se hará responsable si una nueva sequía o una gran inundación devasta la Amazonía y otras regiones del país? ¿Por qué la ciudadanía tiene que acudir a los tribunales para exigirle al Estado que haga su trabajo?

Esta sentencia es un triunfo para la justicia climática, pero también deja al descubierto la ineficiencia de un ministerio que debería estar liderando la lucha contra el cambio climático y no retrasando decisiones cruciales.

Ahora la pregunta es: ¿Cumplirá el MINAM con la sentencia o buscará nuevas excusas para seguir postergando su responsabilidad?

La sentencia fue emitida el 23 de enero de 2025 y establece un plazo máximo de 10 días hábiles para que el Ministerio del Ambiente (MINAM) cumpla con la emisión de los lineamientos para la gestión de riesgos climáticos. Si contamos 10 días hábiles desde el 24 de enero de 2025, el plazo se cumpliría alrededor del 7 de febrero de 2025. Siempre que no haya feriados en este periodo.

Si el MINAM no cumple dentro de este plazo, estaría en desacato y se podrían tomar medidas legales adicionales.

El MINAM: Rápido para Autorizar extracción ilegal de Peces, Lento para Proteger a la Ciudadanía

Cuando se trata de proteger el medio ambiente y garantizar la seguridad de la población frente al cambio climático, el Ministerio del Ambiente (MINAM) se toma su tiempo. Pero cuando el objetivo es favorecer proyectos que ponen en riesgo ecosistemas vitales, como autorizar la captura masiva de peces de consumo humano ( tigrinus y saltón ) para exportarlos como peces ornamentales, entonces actúan con una eficiencia sorprendente.

El reciente fallo del 4° Juzgado Constitucional de Lima que obliga al MINAM a emitir los lineamientos para la gestión de riesgos climáticos, deja al descubierto una realidad preocupante: el Ministerio ha sido negligente en su función más importante, permitiendo que, por más de cuatro años, el país siga sin una estrategia clara para prevenir los impactos del cambio climático en los proyectos de inversión.

¿Por qué el MINAM ignora su verdadero rol?

La pregunta es inevitable: ¿para quién trabaja el Ministerio del Ambiente? Si su función es proteger el medio ambiente y garantizar un desarrollo sostenible, ¿por qué su inacción ha puesto en riesgo a millones de peruanos expuestos a sequías, inundaciones y otros desastres climáticos?

Mientras en Loreto la sequía secó ríos y dejó a comunidades enteras sin agua potable, el MINAM miraba para otro lado. Ahora, ante la inminencia de inundaciones en diversas regiones del país, sigue sin tomar medidas concretas para reducir los riesgos climáticos. Sin embargo, cuando se trata de defender y proteger intereses privados, si tienen tiempo.

La justicia ha hablado, pero el pueblo debe estar vigilante.

La sentencia que ordena al MINAM cumplir con su responsabilidad es un paso crucial en la lucha por la justicia climática en el Perú. Pero no basta con una decisión judicial si el Estado sigue funcionando con una agenda oculta.

Los peruanos, especialmente los que vivimos en la Amazonía y otras zonas vulnerables, tenemos el derecho de exigir un Ministerio del Ambiente que realmente proteja nuestros recursos naturales y no se dedique a ser cómplice del saqueo y la destrucción.

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