320 Geopolítica en Crisis: El Fracaso de Occidente y la Ambición de Estados Unidos

Vivimos en un período de cambios geopolíticos sin precedentes. La hegemonía de Estados Unidos, que dominó el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, está en declive. En su lugar, está surgiendo un nuevo orden multipolar, liderado por potencias como China, Rusia, India y otras naciones que buscan mayor autonomía frente a Occidente.

Quienes no reconozcan esta transformación quedarán rezagados, atrapados en esquemas obsoletos que ya no reflejan la realidad del poder global. Es el momento de observar con atención, analizar los acontecimientos con profundidad y, sobre todo, prepararse para lo que viene.

El responsable de la crisis global

Si hay un país responsable de la crisis global actual, ese es Estados Unidos. No es una cuestión de debate, sino de hechos. Jeffrey Sachs lo deja claro: Washington no respetó los acuerdos sobre la expansión de la OTAN, planificó la confrontación con Rusia desde los años 90 y convirtió a Ucrania en un peón de su estrategia. Europa, convencida de su propia superioridad, cayó en la trampa sin cuestionar las consecuencias.

Jeffrey Sachs El mundo enfrenta ahora la crisis más compleja desde el fin de la Guerra Fría, o incluso desde la segunda guerra mundial; crisis social, ambiental, geopolítica, es mucho

Jeffrey Sachs afirma que estamos ante tres grandes zonas de crisis en el mundo. Hay muchas más, pero estas tres enfrentan a las principales potencias entre sí. Por supuesto, la guerra en Ucrania es una guerra entre Estados Unidos y Rusia. La guerra en el Medio Oriente es una guerra de Estados Unidos y Israel contra gran parte del mundo árabe. Y la tensión en el este de Asia representa un creciente riesgo de conflicto entre Estados Unidos y China.

Ucrania: Un Plan de Largo Plazo que Salió Mal

Desde el golpe de Estado en 2014, Estados Unidos ha estado armando y financiando a Ucrania para empujarla a un conflicto con Rusia. La idea era clara: rodear a Moscú con países de la OTAN, debilitar su influencia y consolidar el dominio occidental. ¿El resultado? Un desastre para Europa, que ahora sufre las consecuencias económicas y energéticas de una guerra que solo beneficia a Washington.

La idea era que Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Turquía y Georgia rodearan la flota del Mar Negro de Rusia y básicamente relegaran a Rusia a ser una potencia irrelevante en la escena mundial.

Los oligarcas europeos nunca consideraron seriamente la capacidad de respuesta de Rusia. Pensaron que podrían imponer sanciones y que Moscú caería de rodillas. No ocurrió. Ahora la pregunta no es si Rusia influirá en Kiev, sino cuándo Ucrania aceptará una negociación que nunca deberá rechazar.

Medio Oriente: Un tablero de guerra diseñado en Washington

El conflicto en Gaza, la inestabilidad en Siria y la destrucción de Irak no son eventos aislados. Son parte de una estrategia de EE.UU. e Israel para redibujar Medio Oriente. Desde hace 30 años, Washington ha promovido guerras, golpes de Estado y sanciones para garantizar su control sobre la región.

En 2001 se elaboró una famosa lista de 7 países que Estados Unidos planeaba derrocar en 5 años. Esta lista incluía Irak, Siria, Líbano, Irán, Somalia, Sudán y Libia. Curiosamente, Estados Unidos ha ido a la guerra con seis de estos siete países, menos con Irán. Ha respaldado la guerra de Israel contra Líbano. El plan era que estos países fueran sometidos y sus estados sean funcionales y respaldados por Estados Unidos. El resultado es un desastre. Básicamente, Líbano, Irak, Siria, Libia, Somalia y Sudán, todos los cuales siguen siendo campos de batalla hasta el día de hoy. Ninguno de ellos les es funcional y es muy poco probable que Siria también lo sea.

El problema no es si EE.UU. Debería o no intervenir. Es que su intervención ha sido la fuente del caos. La solución es evidente: reconocer un Estado palestino y poner fin a la ocupación israelí. Pero eso choca directamente con los intereses de las élites en Washington y Tel Aviv.

Asia Oriental: La Nueva Guerra Fría que Estados Unidos No Puede Ganar

Taiwán es territorio chino, así como Hong Kong lo fue y lo sigue siendo. La política estadounidense de intentar contener a China es un fracaso anunciado. Pekín no solo es más fuerte en su región, sino que su influencia económica es global.

Aquí no se trata de si EE.UU. "debe aceptar" el liderazgo chino. Lo tendrá que hacer, porque no tiene otra opción. Así como las élites latinoamericanas y europeas han aceptado la hegemonía estadounidense, el mundo se encamina hacia un sistema multipolar donde Washington ya no tendrá la última palabra.

El Futuro: ¿Rendición de Occidente o un Nuevo Orden Global?

La crisis geopolítica actual es el resultado de la obsesión estadounidense por mantener su dominio a toda costa. Pero la realidad es que el mundo ha cambiado. Rusia no fue derrotada, China sigue creciendo y Europa se encuentra en una crisis autoinfligida.

La única solución es la paz, pero para eso EE.UU. Tendría que renunciar a su ambición hegemónica. ¿Lo hará? La historia nos dice que no. Lo que viene será una lucha por el nuevo orden global, y Washington tendrá que aprender que ya no es el único jugador en la mesa.

Alberto Vela

Fuente de la Información: Canal YouTube de Jeffrey Sachs https://www.youtube.com/watch?v=OIhscBpLwgQ

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