319 "Lima contra Loreto: MINAM y MINEM unidos para promover el saqueo disfrazado de progreso"

Desde los despachos del poder central, se está escribiendo un guion donde la Amazonía y en particular Loreto, solo parece existir como una fuente inagotable de recursos para explotar, sin importar las consecuencias ambientales, sociales o culturales.

El caso del Ministerio del Ambiente - MINAM y el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana – IIAP, es un claro ejemplo de cómo las instituciones públicas, en teoría creadas para preservar y proteger nuestro patrimonio natural, se han convertido en herramientas de intereses oscuros. La pesca sostenible, concepto que en otros contextos sería sinónimo de conservación, aquí es utilizada como una cortina de humo para favorecer la extracción masiva de peces de consumo humano reconvertidos mágicamente en peces ornamentales para exportación. Lo peor de todo es que lo hacen apoyándose en medios de comunicación aliados al gobernador, los mismos que legitiman a los depredadores en lugar de denunciarlos.

Por otro lado, la arremetida del Ministerio de Energía y Minas y el Instituto Geológico Minero Metalúrgico – INGEMMET, para defender a Raíces Gaddaffy, en contraposición a una sentencia judicial que declaró su concesión ilegal, es simplemente escandalosa. Que desde Lima se promueva la minería ilegal en Loreto no solo es una traición al medio ambiente, sino también un atentado directo contra las comunidades que llevan siglos protegiendo estas tierras.

El enemigo en casa

Lima, en su desconexión histórica con la Amazonía, sigue viendo a esta región como una despensa; no como un ecosistema vital, ni un hogar para millones de peruanos, sino como un almacén de recursos para explotar. La frase de Fernando Belaúnde que menciona, "la Amazonía es la despensa del Perú", no solo es representativa de una visión extractivista, sino que parece haber marcado la política nacional hacia Loreto desde entonces.

Y aquí estamos, décadas después, con los "hijos" de ese pensamiento queriendo convertirlo en realidad. Pero no como un modelo de desarrollo sostenible, sino como una serie de proyectos ilegales y destructivos disfrazados de progreso.

Loreto, el Dorado de los Depredadores: Una Traición que Clama Justicia

En las profundidades de la Amazonía peruana, donde la vida resplandece en una biodiversidad que asombra al mundo, se libra una batalla desigual. No es una lucha entre el hombre y la naturaleza, sino entre la codicia y la dignidad. Loreto, la región que debería ser un emblema de sostenibilidad, se ha convertido en un campo de saqueo sistemático, promovido tanto desde Lima como desde el mismo Gobierno Regional, bajo un modelo extractivista que perpetúa la pobreza, la corrupción y la destrucción ambiental.

Es doloroso ver cómo quienes deberían liderar la defensa de la Amazonía se han quedado con una mentalidad colonizadora, como si aún vivieran en los tiempos del caucho, cuando la selva se explotaba sin piedad, dejando tras de sí un legado de esclavitud, violencia y destrucción. Ahora, parecen tener una nueva versión del “Dorado”: ​​peces de consumo humano para exportar como ornamentales, concesiones mineras a mineros ilegales y cualquier recurso que puedan arrancar del corazón amazónico para llenar los bolsillos de unos pocos.

El centralismo como cómplice del saqueo

Desde Lima, la capital donde se toman decisiones que afectan a toda la nación, Loreto es visto no como un hogar para millones de peruanos, sino como una "despensa del Perú", un concepto arcaico que refleja el pensamiento de los conquistadores coloniales. Declaraciones como las del expresidente Fernando Belaúnde, quien afirmó que "la Amazonía es la despensa del Perú", resuenan hoy en las acciones de sus herederos políticos. Pero esta despensa no alimenta a los pueblos amazónicos; alimenta mercados internacionales y fortunas privadas. La idea de que el extractivismo puede llevar al desarrollo de Loreto es un mito que solo beneficia a quienes controlan el negocio. Los recursos salen de la región, los impactos ecológicos y sociales se quedan, y el supuesto progreso nunca llega.

El Ministerio del Ambiente (MINAM) y el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) , instituciones que deberían ser guardianes de la sostenibilidad y la legalidad, se han convertido en herramientas de intereses económicos oscuros:

1.      Pesca insostenible disfrazada de sostenibilidad. El MINAM, con el silencio cómplice del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), esta permitiendo la extracción masiva de peces de consumo humano para destinarlos al comercio ornamental bajo pretextos pseudocientíficos, ignorando las evidencias que alertan sobre el riesgo de colapso de estas especies.

2.    Minería ilegal avalada por el MINEM. En un acto de abierta traición, el MINEM y el Ingemmet han solicitado desestimar una sentencia judicial que declaraba ilegal la concesión minera de Raíces Gaddaffy, un proyecto que amenaza con devastar ecosistemas frágiles y comunidades indígenas en el Alto Nanay, Loreto.

EL GOBIERNO REGIONAL DE LORETO: un aliado de los depredadores

Mientras desde Lima se promueven políticas extractivistas, el Gobierno Regional de Loreto (GOREL) actúa como el brazo ejecutor de estos intereses. Lejos de defender los recursos y derechos de su gente, las autoridades locales se aferran a una retórica de desarrollo vacía y engañosa, que no se basa en un plan concertado de desarrollo sostenible.

En lugar de diseñar estrategias que integren a las comunidades locales, respeten los ecosistemas y promuevan un crecimiento equitativo, el GOREL perpetúa un modelo extractivista que ignora las realidades y necesidades de Loreto. Este gobierno no solo ha fallado en proteger la Amazonía; ha traicionado a su gente al convertirse en cómplice del saqueo.

El costo humano y ambiental del saqueo

Lo más trágico es que este modelo no solo destruye el ecosistema, sino que perpetúa la dependencia económica y política de Loreto. La riqueza que debería ser el pilar del desarrollo local y regional es saqueada para alimentar mercados internacionales o las ambiciones de grupos de poder. Mientras tanto, las comunidades amazónicas, que han sabido convivir en equilibrio con la selva durante siglos, son excluidas de los beneficios y cargan con las consecuencias.

Basta mirar el desastre que dejó la explotación del caucho en su momento para entender que este camino no funciona. Sin embargo, la historia parece repetirse. El precio de estas políticas extractivistas es devastador:

Pérdida de biodiversidad. La extracción masiva de peces ornamentales y la minería ilegal están destruyendo ecosistemas únicos, con consecuencias irreversibles para la Amazonía y el planeta.

·    Desplazamiento y empobrecimiento de comunidades indígenas. Las poblaciones que han vivido en armonía con la selva durante siglos son prácticamente expulsadas de sus tierras, privadas de sus medios de vida y expuestas a la violencia.

·      Erosión de la gobernanza. La corrupción y la falta de transparencia han socavado la confianza en las instituciones, debilitando la capacidad de Loreto para decidir su propio futuro.

El espejismo del desarrollo: una estrategia para el saqueo

El discurso de desarrollo promovido por las autoridades no contempla un diseño claro ni una visión concertada que incluya a los actores clave del territorio. Es un pretexto para justificar la explotación masiva de recursos, bajo la fachada de iniciativas como la “pesca sostenible” o la “minería regulada”.

Un verdadero plan de desarrollo sostenible debe estar basado en:

  • Participación activa de las comunidades locales en la toma de decisiones.
  • Conservación de los recursos naturales como base para el bienestar a largo plazo.
  • Transparencia en el uso de fondos y en la ejecución de políticas públicas.
  • Educación e innovación como pilares del progreso.

Nada de esto se ve reflejado en las acciones actuales, que priorizan ganancias inmediatas para unos pocos a costa del futuro de Loreto y del país entero.

¿Qué podemos hacer?

1.      Exigir transparencia total. Las decisiones del GOREL y del gobierno central deben ser monitoreadas y cuestionadas públicamente. Es hora de romper con el silencio cómplice.

2.   Fortalecer la resistencia comunitaria. Las comunidades locales deben ser apoyadas en su lucha por defender sus territorios y recursos.

3.      Romper con el centralismo. Lima no puede seguir decidiendo el destino de Loreto sin entender ni respetar su realidad. Es imperativo que se reconozcan y valoren las voces amazónicas en la planificación del desarrollo.

4.  Denunciar la traición histórica. Que el mundo se entere cómo las autoridades, locales y nacionales, están repitiendo los errores del pasado, con consecuencias potencialmente irreversibles para uno de los ecosistemas más importantes del planeta.

Un llamado a la acción nacional e internacional

Esta no es solo una lucha de Loreto; es una causa que debe movilizar a todo el Perú y a la comunidad internacional. La Amazonía no pertenece a un grupo de empresarios, ni a un gobierno central, ni siquiera a un país. Es un patrimonio de la humanidad, crucial para la regulación climática global y la supervivencia de innumerables especies, incluida la nuestra.

Por ello, hacemos un llamado urgente:

  1. A las organizaciones internacionales. Exijan al gobierno peruano cumplir sus compromisos con la protección de la Amazonía. Supervisar las acciones de las instituciones peruanas y denunciar las violaciones a los derechos ambientales y humanos.
  2. A la sociedad civil peruana. No permaneceremos indiferentes. La lucha por Loreto es la lucha por la dignidad y el futuro de nuestro país. Apoyemos a las comunidades amazónicas en su defensa de la tierra y la vida.
  3. A los medios de comunicación. Rompan el silencio. Den voz a los afectados y expongan a los responsables del saqueo.

Loreto: de despensa a faro de sostenibilidad

El desarrollo de Loreto no puede basarse en el saqueo de sus recursos. La única salida es un modelo de desarrollo sostenible que valora la biodiversidad, respeta los derechos de las comunidades y promueve la innovación y la educación como pilares del progreso.

No permitamos que la codicia destruya lo que siglos de vida en la Amazonía han construido. Loreto no es el “Dorado” de los depredadores; es el corazón verde del Perú y del mundo. Es hora de defenderlo.

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