315 ALTO NANAY: Bandera colombiana en Albarenga. ¿Están provocando o desafiando a la autoridad?

En pleno corazón de Loreto, en el Alto Nanay, se libra una batalla silenciosa que no solo amenaza nuestra Amazonía, sino también nuestra soberanía. Mientras dragas ilegales envenenan ríos y destruyen bosques, una bandera extranjera, colombiana, ondea en la comunidad Alvarenga, distrito de Alto Nanay, Maynas, Loreto, un acto que es una afrente directa a todas nuestras autoridades civiles, políticas y militares. Sin embargo, el silencio es sepulcral, y la inacción, ensordecedora.

Comunidad Albarenga, rio Nanay 

Declaración de guerra o provocación

El izamiento de una bandera extranjera en territorio nacional, especialmente en un contexto de minería ilegal, tiene implicaciones simbólicas poderosas. Puede interpretarse como una provocación deliberada para desafiar la autoridad del Estado peruano y su capacidad para controlar su territorio, o como un intento de sembrar confusión y desestabilizar la región.

¿Dónde están las autoridades?

Hace algunos años, cuando un funcionario extranjero puso en duda la soberanía de la Isla Santa Rosa, el Estado reaccionó con rapidez. Buques de la Marina, acompañados de autoridades de todos los niveles, llegaron a la isla para reafirmar que esa tierra es y será siempre peruana. Hoy, en Alvarenga, tenemos una situación aún más grave: mineros ilegales y extranjeros colombianos  operan con total impunidad, saqueando nuestras riquezas, contaminando nuestros ríos y, ahora, izando sus bandera en territorio peruano.

¿Por qué esta vez no hay buques ni discursos patrióticos? ¿Por qué no vemos el mismo fervor por defender nuestra tierra y nuestros recursos? ¿Será que la complicidad, el miedo o la corrupción han paralizado a quienes juraron defender nuestra región?

La hipocresía del gobierno

Las declaraciones oficiales son vergonzosamente tibias. El viceministro de Gestión Ambiental, Edgar Romero de la Puente, afirmó que el gobierno "coordina permanentemente" con las fuerzas armadas y la policía para enfrentar la minería ilegal. Pero la realidad es otra:

  • El Ingemmet, bajo el amparo del Ministerio del Ambiente, apeló una sentencia que protegía al Nanay. Es decir, defienden a las empresas ilegales que destruyen nuestros ríos.
  • En Santa María, cuando valientes ciudadanos detuvieron combustible destinado a las dragas ilegales, la Marina de Guerra amenazó al pueblo con armas de fuego para impedir el decomiso de la gasolina en clara defensa de los bienes de las mafias.

¿Cómo pueden las autoridades mirar a los ojos a los loretanos y decir que están del lado del pueblo? ¿Qué más pruebas necesitamos para entender que quienes deberían protegernos están del lado equivocado?

El costo de la indiferencia

La minería ilegal no solo destruye el medio ambiente. Está envenenando nuestras comunidades con mercurio, desplazando a pobladores y abriendo las puertas al narcotráfico. Con cada día que pasa, Loreto pierde más de lo que se puede recuperar:

  • Ríos contaminados: El Nanay, fuente de agua para Iquitos, está siendo destruido.
  • Territorio en manos extranjeras: La presencia de ciudadanos extranjeros en Alvarenga y otras zonas no es un rumor; es un hecho.
  • Soberanía comprometida: La bandera extranjera en Alvarenga no es un símbolo cualquiera. Es una declaración de que el Estado ha abandonado su deber de protegernos.

Un llamado a la conciencia

A todas las autoridades civiles, políticas y militares:
¿Dormirán tranquilos mientras Loreto arde? ¿Seguirán callados mientras los ríos se tiñen de mercurio y las mafias mineras se apoderan de nuestro territorio? La historia no perdonará su indiferencia, y el pueblo tampoco.

El pueblo de Loreto no necesita promesas vacías ni discursos llenos de excusas. Necesitamos acción inmediata, una respuesta contundente que demuestre que aún hay quienes valoran esta tierra y a su gente.

Si ustedes no actúan, la historia los recordará como los cómplices del saqueo y la destrucción de Loreto.

Hoy, tienen una última oportunidad de demostrar que su lealtad está con el Perú y no con las mafias. ¿Responderán al llamado de la dignidad o continuarán siendo cómplices del silencio y la traición?

La Amazonía no espera. El pueblo tampoco.

¿QUÉ ESPERAN LOS “DEFENSORES DE LA PATRIA”?

En el Alto Nanay se libra una batalla que debería encender el espíritu de todo aquel que se llama “defensor de la patria”. Pero, ¿dónde están esas fuerzas armadas y policiales que llenan sus discursos con palabras como “soberanía” y “honor”? ¿Qué esperan para actuar? ¿Qué el pueblo, desarmado y abandonado, recupere el Nanay como nuestros abuelos recuperaron a Leticia?

Hace casi un siglo, cuando el gobierno central entregó a Leticia a Colombia, fue el pueblo de Loreto quien tuvo que levantarse en armas, organizarse y recuperar lo que el Estado les arrebató con su indiferencia y centralismo. Hoy, la historia parece repetirse: el Alto Nanay, fuente vital para Iquitos y todo Loreto, está siendo invadido por mineros ilegales y extranjeros, mientras las autoridades militares y civiles miran hacia otro lado o, peor aún, colaboran con las mafias.

Efectivo de la Marina de Guerra amenaza a ciudadano
que quería impedir pase de gasolina hacia la minería ilegal

¿Qué pasó con ese patriotismo que tanto proclaman en sus ceremonias y desfiles? ¿Qué pasó con la lealtad al pueblo que juraron proteger? Es fácil hablar de soberanía en tiempos de paz y defenderla en discursos cómodos, pero el verdadero reto está aquí y ahora, frente a las dragas, las mafias y las banderas extranjeras izadas en nuestro territorio.

Si las autoridades no actúan, si los “defensores de la patria” permanecen inmóviles, será el pueblo quien nuevamente tome la bandera de la dignidad. Pero quede claro: cuando la historia registre este episodio, no los recordará como héroes, sino como traidores que abandonaron su deber.

Loreto no necesita cómplices del saqueo ni espectadores de su destrucción. Necesitas acción, valentía y compromiso. Si no están dispuestos a defender esta tierra, que den un paso al costado. El pueblo de Loreto no necesita discursos vacíos; necesita resultados.

Alberto Vela

Foto portada: Loreto Noticias

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