263 SIN UN PLAN DE DESARROLLO SOSTENIBLE: LORETO VA CAMINO AL DESASTRE
En Loreto, donde el desarrollo sigue siendo una promesa lejana, la falta de planificación se ha convertido en el enemigo número uno del progreso. Como bien lo expresa un amigo, a quien agradezco esta valiosísima opinión, ciudadano comprometido, “el desarrollo de Loreto, nunca se dará mientras no exista planificación. Nuestra casta política no sabe lo que eso significa; solo se dedica a inmediatismos y compromisos aislados al desarrollo” Estas palabras describen una realidad dolorosa y evidente en la región, que avanza a tropezones, sin un rumbo claro ni una visión de futuro.
Su propuesta es clara: tecnificar la política. Es decir, convertir la gestión pública en una labor profesional, planificada y orientada al bien común, lejos del oportunismo que actualmente predomina. La idea no es solo crear un plan en papel, sino comprometer a estas autoridades en su ejecución con responsabilidad y ética. Porque sin planificación, la política sigue siendo un terreno fértil para el cortoplacismo, la improvisación y los intereses personales y de redes corruptas.
Esta reflexión cobra aún más sentido en la actualidad, cuando se hace urgente que nuestros gobernantes, actuales y futuros, asuman con seriedad la necesidad de un plan de desarrollo sostenible que aproveche las potencialidades de Loreto y oriente su crecimiento. En un escenario como el actual, donde los discursos de progreso abundan, pero los resultados escasean, tecnificar la política no es una opción, es una necesidad impostergable para salvar a Loreto de seguir sumida en la postergación y la falta de oportunidades.
Para comprender mejor el problema, uno de los conceptos clave es el de la Poligonal Regional, un proyecto que propone una estrategia de desarrollo basada en las potencialidades de Loreto y su ubicación privilegiada. Este plan podría ser la llave para un futuro sostenible, pero hasta ahora solo ha sido una promesa ignorada y relegada. Tal como lo describe un profesional con conocimiento de primera mano en el tema, esta situación es, en sus palabras, "lamentable". ¿Por qué? Porque cada nuevo gobierno llega con el entusiasmo de quien estrena un juguete y descarta inmediatamente el uso de cualquier manual de instrucciones, es decir, un plan estructurado.
La política sin plan es solo improvisación. Un Camino al Desastre
Hablar de tecnificar la política puede sonar ambicioso, pero es el paso que Loreto y muchas otras regiones del Perú deben dar si quieren salir de este ciclo de subdesarrollo. Cuando se dice "tecnificar", no se habla solo de tecnología, sino de introducir en la política una visión técnica, estratégica y profesional. Significa que las decisiones deben ser tomadas con base en estudios, estadísticas, análisis de impacto y, sobre todo, en una comprensión real de las necesidades de la región. En otras palabras, dejar atrás los compromisos cortoplacistas y mirar hacia un desarrollo estructurado, donde cada acción esté orientada al bienestar de la población, y no solo al beneficio personal o político.
La falta de planificación lleva a que Loreto se sumerja en el mismo círculo de problemas de siempre: una dependencia insostenible de los recursos naturales, infraestructura pública deficiente, servicios básicos limitados y proyectos iniciados sin futuro. La agenda de desarrollo de Loreto parece depender del capricho de los gobernantes de turno, mientras que los problemas estructurales siguen sin ser abordados. Es como construir una casa sin cimientos: tarde o temprano, la estructura se desploma.
Planificación: el concepto ignorado
La casta política de Loreto y del país en general parece desconocer el verdadero significado de la planificación. Para ellos, un plan es un documento más que firmar y archivar. Sin embargo, en el mundo moderno, los países y las regiones que progresan no lo hacen por inercia, sino porque trazan metas concretas y aplican políticas coherentes para alcanzarlas. No es coincidencia que las naciones que más han avanzado, como Corea del Sur o Singapur, hayan apostado firmemente por una política planificada a largo plazo.
En Loreto, sin embargo, la historia es otra. Se presentan ideas de desarrollo que responden solo a necesidades políticas de corto plazo. Por cada nuevo gobierno, un nuevo equipo técnico, nuevas prioridades, nuevos planes... y cero resultados. La indolencia y mezquindad de los gobernantes locales y regionales han llevado a Loreto a una situación crítica en la que, sin una planificación real, la región avanza solo en teoría y en discursos y artículos pagados en los medios de comunicación.
Tecnificar la política: el cambio urgente
Para resolver este problema, es imperativo tecnificar la política. Esta es la única forma en que Loreto puede superar la improvisación y comenzar a desarrollarse de manera sostenible. Tecnificar la política significa, en esencia, hacer que los líderes regionales se rodeen de expertos y profesionales capacitados, que se comprometan con un plan real de desarrollo, y que sigan dicho plan independientemente del color político o la coyuntura de turno. No se trata solo de que el político conozca la teoría; se trata de que esté dispuesto a seguirla y asumir un compromiso serio. Se trata de voluntad política
La falta de planificación, el desdén por la Poligonal Regional y el nulo interés por un desarrollo sostenible hacen que Loreto siga en el camino equivocado. Mientras el resto del mundo avanza con proyectos estructurados y políticas de impacto, Loreto sigue estancada en el subdesarrollo, una situación que muchos ya califican como "el desastre anunciado".
Una llamada de atención
Las palabras del especialista que vivió la experiencia de trabajar en un proyecto de desarrollo en Loreto son elocuentes y contundentes: "El desarrollo nunca se dará mientras no exista planificación". Esta afirmación debería resonar en la cabeza de cada político regional, cada funcionario, cada líder que, de una u otra forma, se considera responsable del bienestar de Loreto.
Pero aún hay esperanza. Tecnificar la política no es un sueño imposible. Si los gobernantes actuales realmente desean cambiar la historia de la región, deben empezar a adoptar una visión estratégica, profesional y técnica. Apostar por un cambio con valores, involucrarse de manera real y asumir el compromiso de hacer que Loreto avance, ya no por inercia, sino por planificación. (Alberto Vela)
HAY QUE DECLARARLOS “PELIGRO PÚBLICO”
Estos políticos de pacotilla merecen, sin duda, el título de “peligro público” para Loreto. Con sus decisiones (o más bien, su falta de ellas), se han convertido en auténticos saboteadores del desarrollo regional. Cada periodo de gestión que pasa sin un plan real nos hunde más en el subdesarrollo, la pobreza y la dependencia, mientras ellos siguen moviéndose cómodamente con la plata que roban, en sus círculos de poder. Es como si cada obra sin sentido, cada proyecto a medias, cada presupuesto perdido fuera un golpe más a los sueños y al bienestar de los loretanos.
Declararlos “peligro público” no solo es una frase irónica; es una declaración de alerta sobre el daño que causan y la urgencia de detener esta actitud destructiva. Un político que teme la planificación y rehúye de un compromiso con el desarrollo sostenible es alguien que está dispuesto a poner sus intereses por encima de todo. Para que Loreto tenga una oportunidad de florecer, estos personajes deben ser cuestionados, vigilados y, si es necesario, reemplazados por personas que realmente trabajen por el bien común.
El desarrollo de Loreto necesita valentía, visión y, sobre todo, compromiso. Sin ello, estos políticos de pacotilla seguirán siendo una amenaza, y el bienestar de la región quedará siempre postergado en sus manos. (Alberto Vela)
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