262 "GOBIERNO REGIONAL, Trabajo a Cambio de Lealtad: ¿Quién Controla el Futuro de los Jóvenes Profesionales en Loreto?"
Por fin llegan al mundo laboral. Se han esforzado, han estudiado. Sueñan con una oportunidad. Pero la realidad de los jóvenes profesionales en Loreto se revela, no como una puerta al crecimiento, sino como un laberinto sin salida. Porque, a medida que cruzan el umbral, se encuentran atrapados en un sistema que los necesita sumisos y dependientes de quienes hoy ostentan el poder político. Pero, ¿acaso tiene que ser así?
Un Laberinto Llamado “Trabajo” en el Gobierno Regional
Para muchos profesionales jóvenes en Loreto, el Gobierno Regional representa algo más que una fuente de empleo: es la única fuente de empleo. Mientras regiones productivas pueden ofrecer oportunidades en sectores como el industrial, el tecnológico o el forestal, Loreto depende casi exclusivamente del sector público. Y el problema no es solo la falta de alternativas, sino la estructura que asegura que los jóvenes se mantengan dependientes del poder político. Es un sistema que los invita a alinearse con la figura de turno, a cambio de promesas de trabajo que, en ocasiones, se traducen en empleos temporales, precarios o sujetos a la lealtad política corrupta.
La pregunta es: ¿qué pasa cuando el trabajo depende de la política? Pues, en un sistema donde el Gobierno Regional es la única fuente de empleo, muchos jóvenes se ven forzados a “ponerse a la orden” del gobernador o del partido gobernante, participando en campañas somistas, asistiendo a mítines, y cediendo su tiempo y talento a intereses que rara vez reflejan el bien común. Es el precio no solo de la necesidad, sino de un sistema que asegura que, sin el respaldo de los políticos, el futuro profesional de estos jóvenes es incierto.
Un Futuro de Sombras para Profesiones vitales
Imaginemos a un joven profesional de negocios internacionales, lleno de ideas, con estudios en desarrollo de mercados. Imaginemos a una ingeniera forestal, esperanzada en usar sus conocimientos para proteger y aprovechar sosteniblemente la biodiversidad de la Amazonía. O un arquitecto, con visión y sueños de construir para una mejor región. Sin embargo, en Loreto, sus oportunidades no están en empresas, centros de investigación o consultorías independientes. Para estos jóvenes, no hay industria que los reciba; la producción está estancada, y el sector privado es prácticamente inexistente. Así, la única salida parece ser un puesto en el gobierno regional, donde pueden acabar como peones de campaña o asistentes políticos, viendo cómo su carrera profesional es manipulada por el interés de unos pocos.
Jóvenes profesionales, esta huevada no es normal. ¡Nunca lo fue!
El problema no es solo que no haya más opciones para laborar, sino que los jóvenes profesionales no saben que debería haberlas. Para ellos, la situación parece normal. Nunca han visto un Loreto con sectores productivos o empresas innovadoras que puedan recibir a nuevos talentos. Nunca han experimentado un sistema en el que la política no determine su sustento. Entonces, cuando buscan trabajo, se enfrentan a una “realidad” que no tiene nada de natural, sino que ha sido creada y perpetuada por los intereses de poder.
Un Ciclo de Control y Dependencia
¿Y qué ocurre cuando la única salida para trabajar y subsistir se convierte en una herramienta de manipulación? Se genera un ciclo vicioso donde los jóvenes profesionales están atrapados. Un ciclo en el que, para obtener o mantener un trabajo, muchos terminan alineándose con las campañas de reelección del gobernador, o incluso, apoyando su próximo sueño político de escalar hacia cargos nacionales. En ese sistema, los profesionales jóvenes no solo son empleados: son, además, una fuerza de apoyo político que asegura la permanencia de los líderes de turno, de quienes les ponen la soga al cuello.
Así, el Gobierno Regional no solo emplea, sino que construye lealtades, asegurándose de que cada generación de jóvenes profesionales dependa de él. Mientras tanto, los jóvenes no pueden cumplir su verdadero rol de ciudadanos críticos y profesionales con capacidad de exigir mejoras, porque el temor de perder su empleo les amarra las manos. Con cada nueva generación que pasa por este ciclo, el control de la política sobre el desarrollo profesional se va haciendo más fuerte y el cambio en la región se hace más lejano.
¿Dónde está el Periodismo en Todo Esto?
Y mientras tanto, ¿dónde está el periodismo? Este poder informativo, que debería ser el contrapeso, está igualmente atrapado. Los medios, en su mayoría dependientes de contratos de publicidad del gobierno, no se arriesgan a desafiar al sistema que paga sus cuentas. Las investigaciones y críticas a la corrupción, a la manipulación y a los intereses de poder se ven limitadas o, en muchos casos, simplemente inexistentes.
¿Es Posible Otro Futuro?
Es hora de cuestionar esta realidad que parece tan natural. En otras regiones, el sector privado y los jóvenes se han unido para crear sus propias oportunidades, independientemente del poder político. Iniciativas de emprendimiento, cooperación internacional y educación crítica son algunas de las alternativas que han liberado a generaciones de la dependencia. ¿Por qué no podría suceder lo mismo en Loreto?
Para los jóvenes, la solución pasa por entender que su situación no es inevitable. Necesitan saber que el desarrollo profesional no debería depender de una promesa política, ni mucho menos de lealtades a cambio de empleo. Necesitan formación en emprendimiento, espacios de debate, y sobre todo, información veraz que les ayude a ver el problema en su totalidad. Porque si el ciclo sigue, los profesionales del mañana no verán más oportunidades que las limitadas de hoy. Pero si despertamos a esta realidad, si compartimos la visión de un Loreto con una economía productiva y diversa, entonces podemos empezar a construir un futuro con más opciones y menos cadenas.
En resumen, la pregunta no es solo “¿quién controla al gobernador?”, sino también, ¿quién controla el futuro de los jóvenes profesionales? Porque hasta que Loreto no se libere de la dependencia política como única fuente de trabajo, el futuro de los jóvenes estará atado, no a sus méritos, sino a la voluntad de aquellos ignorantes políticos de pacotilla, corruptos, que ostentan el poder.
A MANERA DE COMENTARIO:
Esa maquinaria de políticos de pacotilla no solo ignoran el futuro de los jóvenes, sino que en realidad apuestan activamente en su contra. No les preocupa el desarrollo de Loreto porque el crecimiento real, el que trae oportunidades laborales y proyectos sostenibles, no es rentable para sus intereses. En lugar de un plan de desarrollo estratégico que proyecte a la región hacia un futuro de progreso, lo que vemos es una administración que opera en el corto plazo, impulsada por los ciclos electorales y las ambiciones personales de los políticos.
Esta falta de visión tiene consecuencias enormes. Sin un plan de desarrollo estratégico y concertado, el estado de la región queda a la deriva, dependiendo únicamente de las decisiones y caprichos de quienes están en el poder. Los jóvenes, que deberían ser los beneficiarios de políticas de desarrollo que generen empleos en sectores clave como el forestal, el agroindustrial o la biotecnología, encuentran en cambio una región estancada, sin inversiones en estas áreas y sin planes de formación o capacitación que los preparen para un mercado laboral dinámico.
Lo más frustrante es que los recursos para cambiar esta situación están ahí: Loreto tiene un inmenso potencial económico en su biodiversidad, sus ríos, sus bosques y su geopolítica. Sin embargo, mientras no haya un compromiso genuino de los políticos para explotar ese potencial en beneficio de la región, los jóvenes seguirán enfrentándose a un mercado laboral limitado. En cambio, su energía, talento y creatividad se gastan en fortalecer una maquinaria política que no les ofrece un futuro a ellos ni a sus comunidades.
En una región con un verdadero plan de desarrollo, veríamos un ecosistema en el que la universidad, las empresas, las organizaciones civiles y el gobierno trabajan juntos para crear una economía diversa y sostenible. Pero lo que tenemos es una política que desvía fondos en proyectos sin visión ni impacto duradero, lo que condena a Loreto a un ciclo de dependencia de recursos públicos, malversados y cortoplacistas.
Sépanlo jóvenes: El desarrollo no puede construirse sin visión ni planificación estratégica. En Loreto, tristemente, varias generaciones de profesionales talentosos se pierde en una maquinaria sin rumbo, atados a promesas políticas vacías y sin un lugar donde ejercer con dignidad sus profesiones. (Alberto Vela)
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