251 REACTIVACIÓN PETROLERA EN LORETO: ¿FUTURO INCIERTO O UNA GRAN FARSA?

Parece que en Loreto, la tan cacareada reactivación petrolera se está convirtiendo en una tragicomedia que, si no fuera por las implicancias económicas y sociales, hasta nos arrancaría una carcajada. La historia va más o menos así: Altamesa Energy y Upland Oil & Gas, dos empresas que de petróleo parecen saber lo mismo que una de cocina molecular, se quedaron con los Lotes 192 y 8, respectivamente. Sí, leyeron bien, empresas sin experiencia en explotación petrolera y con problemas financieros hasta el cuello.

Aquí viene la pregunta obvia: ¿cómo se adjudicaron estos contratos multimillonarios? ¡Ah!, pues seguramente por ser muy buenas haciendo magia... o quizás, alguien movió los hilos detrás del telón. Ya sabes cómo va el asunto. Pero no nos adelantemos, sigamos con la trama que esto recién comienza.

¿Empresas petroleras o actores en apuros?

Empecemos con Altamesa. Esta joya de empresa resulta que admite no tener plata para continuar con las operaciones del Lote 192. ¡Menudo chiste! Imagina que te invitan a la boda del año, llegas en limusina, pero cuando es hora de pagar el banquete, resulta que no tienes ni para el taxi de vuelta. ¿Cómo se viene esto? Pues resulta que los señores de Altamesa, al parecer, creían que podían hacer explotación petrolera con buenas intenciones y unos cuantos cheques sin fondos.

¿Y qué pasa con Upland Oil & Gas? Bueno, no se quedan atrás en esta competencia de a ver quién lo hace peor. También están con problemas de financiamiento, pero eso no les ha impedido repartir "préstamos" a ciertos dirigentes comunales que, por arte de magia, se callaron bien bonito después de recibir su parte del pastel. ¿Será que esos "préstamos" son la versión moderna de los caramelos que te daban de niño para que te quedaras quieto? Queda la duda, pero suena muy plausible, ¿verdad?

Lo que pasa en la mesa... queda bajo la mesa

Lo interesante aquí es que estos acuerdos bajo la mesa han generado bastante ruido, y con razón. Porque claro, mientras algunos líderes indígenas están encantados con sus nuevos "empréstamos", otros más críticos, como el Apu que calificó esto como un disfraz de "extorsión”, están poniendo el dedo en la llaga. Resulta que esta plata, en lugar de resolver problemas, parece servir más para amordazar a quienes podrían levantar la voz y, de paso, asegurar que las empresas sigan con sus operaciones de cartón.

Porque, al final del día, eso es lo que parece estar ocurriendo: las empresas reparten billetes para tranquilizar a los críticos y evitar que el barco se hunda... aunque lo más probable es que ya esté haciendo agua por todos lados. El Lote 8, como nos dicen, está en la cuerda floja y las financieras ya no saben si meter un centavo más en esta farsa.

Los banqueros no son tontos... ¿o sí?

Ahora bien, si hay algo que tenemos claro es que los banqueros no se dejan engañar fácilmente. Si las instituciones financieras están dudando en meter su dinero en este proyecto, es porque huelen algo raro. Y no, no es el petróleo. A lo mejor es la falta de experiencia de estas empresas, o tal vez es que han notado que el dinero no está donde debería. Total, si uno de los prestamistas tiene más efectivo que las propias petroleras... algo raro está pasando.

Y aquí surge la gran pregunta: ¿Qué rayos estaban pensando Perupetro y Petroperú cuando adjudicaron estos lotes? Porque, señores, no es poca cosa entregar contratos multimillonarios a empresas que no tienen ni historial ni respaldo financiero. ¿Acaso alguien vio otra cosa en las mesas de negociación? ¿Quizás un dinerito extra en el bolsillo? No queremos lanzar acusaciones, pero ya saben cómo va esto: cuando el río suena... es porque hay plata de por medio, y mucho petróleo.

La reactivación... ¿o la gran farsa?

Y así llegamos al clímax de esta tragicomedia. La tan esperada reactivación petrolera de Loreto, que debería ser un motor económico para la región, corre el riesgo de quedarse en promesas vacías y contratos mal gestionados. Mientras tanto, las comunidades siguen esperando que los beneficios caigan del cielo... pero lo único que cae, parece, son más preguntas sin respuestas.

Entonces, ¿qué nos queda?

¿Debemos seguir confiando en este proceso lleno de irregularidades? ¿O será que todo este espectáculo es solo una fachada para algo mucho más turbio? Porque si hay algo que se está haciendo evidente es que la reactivación petrolera en Loreto parece más bien una farsa montada por empresas sin rumbo y con más sombras que luces.

Así que, el llamado ahora es a la reflexión, y sobre todo, a la acción. Las comunidades y la opinión pública merecen saber la verdad detrás de estos acuerdos y adjudicaciones. Porque, si algo es cierto, es que cuando el río suena... es porque petróleo lleva. Y aquí, señores, suena fuerte.

 ¿Qué futuro le espera a la reactivación petrolera en Loreto?

El Estado peruano, a través de Perupetro, debería actuar como garantía de los contratos y protector de los intereses nacionales y comunales. Sin embargo, si las empresas no logran cumplir con sus compromisos, Perupetro tendría que tomar medidas, como la ejecución de cartas fianza o la revocación de licencias . Esto podría tener varias consecuencias:

Retrasos en la explotación petrolera: Si se retiran las concesiones a Altamesa o Upland, se necesitaría un nuevo proceso de licitación, lo cual podría retrasar varios años la reactivación efectiva de estos lotes.

Impacto en el desarrollo regional

Loreto es una región muy dependiente de la industria petrolera para su economía. Si la reactivación de los Lotes 192 y 8 no se logra, podría tener un impacto negativo a nivel regional:

Pérdida de empleo: Muchos trabajadores y proveedores locales dependen de la operación de estos lotes para su sustento. Si las empresas no logran estabilizarse, habrá menos trabajo disponible, lo que puede agravar los problemas sociales en la región.

Desinversión: Los inversionistas externos pueden ver el caos financiero y los conflictos sociales como una señal de que Loreto es un entorno inestable para la inversión, lo que podría limitar la entrada de nuevos capitales a la región.

Reducción de ingresos fiscales: Loreto depende también de los ingresos fiscales generados por las actividades extractivas. Si estos lotes no logran entrar en producción, habrá menos recursos para proyectos de desarrollo en la región.

Perspectivas a largo plazo

Necesidad de mayor control estatal: Dado que las empresas privadas parecen no estar cumpliendo con sus compromisos, el Estado podría considerar tener un rol más activo en la explotación de los recursos petroleros de Loreto, ya sea fortaleciendo a PetroPerú o buscando empresas con mayor trayectoria y solvencia económica.

Aumento de la presión internacional: Las malas gestiones de estos contratos podrían atraer la atención de organizaciones internacionales que monitorean el manejo de los recursos naturales en zonas indígenas, lo que podría generar más presión sobre el gobierno y las empresas para mejorar sus prácticas.

Transición energética: A más largo plazo, la dependencia de la región en el petróleo plantea preguntas sobre la necesidad de diversificar la economía.

Conclusión: El futuro de la reactivación petrolera en Loreto bajo las circunstancias actuales es altamente incierto. Si las empresas Altamesa y Upland no     logran resolver sus problemas financieros y restaurar la confianza de las comunidades locales, el proyecto podría estancarse por completo. El Estado peruano tendrá que intervenir de manera decisiva para proteger los intereses de la región y buscar alternativas viables, ya sea a través de la sustitución de operadores o una mayor participación estatal. El manejo adecuado de estas decisiones será crucial para evitar que la crisis sea profunda y para garantizar que la región de Loreto pueda aprovechar de manera sostenible sus recursos naturales. (Alberto Vela)

 

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